La Tumba de Oskar Schindler en Jerusalen.
La práctica de poner piedras sobre las sepulturas está basada en una tradición judía. La mayoría de las tumbas de los cementerios judíos tienen al menos unas pocas piedras encima, ya que los visitantes judíos dejan piedras cada vez que visitan el lugar de entierro de un ser querido. Los orígenes de esta tradición van desde lo simbólico hasta lo supersticioso.
En tiempos antiguos, los judíos enterraban a sus muertos debajo de marcadores hechos de piedras juntas. Poner una piedra en una tumba contribuía simbólicamente a la tumba.Para algunas personas, poner una piedra sobre una tumba es igual al gesto de llevar flores. Poner una piedra es un tributo al muerto y deja la marca de la visita de alguien.
Además la piedra tiene la particularidad de ser una creación muy antigua y de vida muy larga, podríamos llegar a decir que la piedra es “eterna” en cierto modo, esto refleja un poco la visión del judaísmo frente a la muerte, cuando nosotros nos enfrentamos a la muerte sabemos que el alma sigue existiendo y lo único que se fue es el cuerpo el alma es eterna, la flor tiene corta vida y rápidamente se marchita demostrando justamente lo contrario la fragilidad del cuerpo.
Advertencia a los Kohanim (Sacerdotes judíos).
Durante la época del Templo de Jerusalem, los Kohanim se volvían ritualmente "impuros" si se acercaban a menos de cuatro pies de un cadáver. Para evitarlo, los judíos empezaron a marcar tumbas con pilas de rocas para indicar a los kohanim que pasaban que no debían acercarse.
El Talmud menciona que cuando una persona muere su alma continúa habitando por un tiempo en la tumba donde fue enterrada. Poner piedras en la tumba mantiene el alma en este mundo, situación que algunas personas encuentran reconfortante. Otra interpretación relacionada sugiere que las piedras evitan que los demonios y golems puedan entrar en las tumbas, o que el lugar sea abandonado y eventualmente profanado.
Las flores, aunque hermosas, se marchitarán y morirán en algún momento. Una piedra no morirá, y puede simbolizar la permanencia de la memoria y el legado.
Cementerio Civil de la Almudena en Madrid.
Primer cementerio Judío de España.
Algunas personas eligen cuidadosamente la piedra que pondrán en la tumba de su ser querido. Puede ser una piedra de un lugar que fue significativo para el difunto, una piedra que fue escogida en un evento durante el cual el fallecido fue especialmente extrañado, o simplemente una roca interesante o atractiva. Debido a que no hay mandamiento que cumplir aquí, colocar una piedra sobre una tumba es una oportunidad para que se pueda crear tu propio ritual, o hacer las cosas de la manera que sientas más significativa.
Información extraída de estos enlaces: https://www.rememori.com/necrologicas/noticias-fallecidos/porque-se-ponen-piedras-sobre-las-tumbas-judias/
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