Esta caricatura de 1873 probablemente no resulte divertida para la sensibilidad moderna.
El remate es largo y enrevesado, pero muestra a un fotógrafo y a su asistente preparando a un sujeto nervioso para ser fotografiado.
La persona que posa con la cabeza en posición vertical se coloca en su lugar. ¿Está muerto? No, los muertos no están nerviosos.

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